Party Club, el juego de gestión cooperativa que pone a prueba tu paciencia… y tu amistad. ¿Serás capaz de soportar tanta presión?
Cuando me senté a probar Party Club, no tenía muchas expectativas, solo un poco de curiosidad por ver qué tan loco podía volverse este juego; ya he jugado otros títulos como Overcooked y… ¡me encantan! Al principio, como suele pasar con estos títulos, solo quería ver cómo iba, hacer el tutorial, quizás jugar una partida y ver si era apto para jugarlo con el resto de mis colegas; pero lo que no esperaba, es que me atrapara tan rápido. La propuesta de organizar fiestas en un local nocturno con un grupo de amigos (y un par de pandas, tigres y otras criaturas) terminó siendo más adictiva de lo que pensaba, ¡y no lo digo solo por el caos que generaron las malas decisiones de nuestros anfitriones animales! Pero, ¿de verdad fue tan buena la hexperiencia?
Lo que me voló la cabeza
Lo que realmente me sorprendió fue lo impredecible de las situaciones; sí, al principio todo parece un Overcooked con animales, pero luego, el juego te lanza sorpresas que te hacen replantear tu estrategia en cada nivel; la interacción con los clientes (que son animales con temperamentos completamente distintos, no en el buen sentido de la palabra) le da un toque único, y ver cómo las mesas se llenan de personajes tan dispares genera una atmósfera completamente caótica. Además, la posibilidad de echar a patadas a los comensales problemáticos añade una capa de diversión; es un detalle pequeño, pero totalmente satisfactorio cuando las cosas se salen de control.
Lo que no entendí de una
A pesar de su premisa sencilla, Party Club tiene algunos detalles que pueden volverte loco al principio, la gestión del local se va complicando a medida que avanzas y el juego se vuelve más desafiante; el primer obstáculo real que encontré fueron los controles, si bien, la idea parece fácil de entender, el teclado no es la opción más cómoda, y el mando, aunque mejor, también tiene sus pequeños fallos de detección. Sin contar los problemas con las hitboxes, que me hicieron perder más de una partida por no saber por qué no podía recoger una copa que estaba justo en frente de mí.
Por qué deberías probarlo si te gustan los juegos de Simulación de Cocina
Si eres fan de juegos como Overcooked, definitivamente disfrutarás de Party Club; las mecánicas de gestión rápida, el caos cooperativo y la necesidad de coordinarte con tu equipo para no terminar en desastre total son lo que realmente lo hace similar. Si alguna vez soñaste con un Overcooked con una buena dosis de humor negro (porque no nos engañemos, el “satisfactorio” de echar a alguien a patadas, el vómito y los pedos no tienen precio), este es tu juego.
El momento que me hizo ragear
No todo es diversión en Party Club, al llegar a ciertos niveles, sobre todo cuando empiezas a lidiar con la lluvia (sí, lluvia, el bendito reto de la optimización de cualquier videojuego), los FPS se desploman y la jugabilidad se vuelve un desastre; lo peor de todo es que, mientras intentas salvar el local, los charcos de agua te hacen resbalar de manera tan impredecible que te preguntas si lo que necesitas es más habilidad o un milagro. Eso sin contar los momentos en los que no logras ni obtener una copa aunque hagas todo bien porque, inevitablemente, alguien acaba vomitando sobre todo el local; y ni hablar de los servidores, pues no es que el lag no me haya hecho perder muchas partidas aún con un internet de la NASA.
¿Party Club vale tu tiempo?
Party Club tiene todo lo que necesitas para una tarde de risas con amigos y momentos de caos incontrolable; si jugaste Overcooked, sabes de lo que hablo: la diversión está asegurada, pero con sus propios giros impredecibles que lo hacen único. Sin embargo, a pesar de sus mecánicas adictivas y momentos de pura risa, el juego aún está en proceso de maduración; los problemas técnicos como los controles inestables, el lag en línea y la dificultad desbalanceada pueden empañar la experiencia, sobre todo cuando las mecánicas se vuelven más complejas o frustrantes con el avance de los niveles. Si te gustan los juegos de gestión caótica y no te molesta lidiar con algunos bugs o un ritmo difícil de mantener, Party Club puede ser un buen compañero de juego, especialmente con amigos; pero si prefieres algo pulido o más balanceado, quizás quieras esperar unas actualizaciones.
Party Club: Calificación Promedio: Party Club es bueno para jugar con amigos, pero no se puede obviar lo limitado de la historia, ni los controles desesperantes. – Prof. Pachon.
¿Ya tuviste que echar a un panda a patadas?
Cuéntame tus desastres, caos inolvidables o si sobreviviste a los charcos del infierno. Y si conocés otro juego donde la locura venga incluida en el menú, ¡recomiéndamelo para traerlo a Hextello News!